La preocupación por el medio ambiente ha ido adquiriendo una creciente importancia a lo largo de los años. Es por eso que ciertas tendencias, especialmente en el ámbito de la agricultura, han ido ganando terreno a lo largo del tiempo. En este artículo hablaremos de agricultura ecológica y de los motivos más importantes para apoyarla.

Agricultura ecológica: la creciente demanda por consumir fruta y verdura como en los viejos tiempos

Lo más curioso al hablar del consumo ecológico de fruta y verdura es que no se trata de algo nuevo, sino más bien de algo muy antiguo. Existe cada vez más gente interesada en consumir alimentos que prescindan de pesticidas y que actúen de manera negativa para el medio ambiente.

Está pasando lo mismo que con la carne. Con el paso del tiempo el consumo de carne se dejó de ver como un privilegio y se transformó en una industria insostenible y muy contaminante, y de ahí han surgido muchas tendencias animalistas y ecologistas que se proponen eliminar el consumo de carne o consumir ‘carne ecológica’.

Algo similar pasa con la agricultura, que cada vez más personas abogan por consumir frutas y verduras de manera sostenible, priorizando que su cultivo haya sido ecológico y respetuoso con el medio ambiente.

Existen varios motivos para apoyar la agricultura ecológica, y algunos de ellos son los siguientes:

1. La agricultura ecológica mejora la salud de los suelos

Probablemente para muchos sea algo irrelevante hablar de los suelos. ¿Qué más dará el suelo si lo que importan son las plantas?

Lo cierto es que el suelo es muy importante a la hora de conseguir unas buenas cosechas de fruta y verdura. Por decirlo de una forma sencilla, la calidad del suelo es algo así como la calidad del colchón sobre el que se duerme. Un buen colchón ayudará en un mejor descanso, de igual manera que un suelo en buen estado ayudará a tener mejores cosechas.

De hecho, tan importante es el suelo que durante mucho tiempo se han ido perfeccionando los sistemas agrarios con el fin de precisamente mejorar las propiedades de la tierra. Sistemas como el de rotación permitieron avances en la Edad Media que se vieron traducidos en avances tan importantes como la emigración a las ciudades y la creación de la burguesía.

La agricultura tradicional hace uso en muchas ocasiones de numerosos pesticidas. Esta práctica, si bien puede ayudar a veces, resulta perjudicial para el medio ambiente en su totalidad.

Es por ello que el suelo acaba viéndose resentido y teniendo una menor capacidad para producir frutas y verduras de calidad. Por eso la agricultura ecológica es tan necesaria. Gracias a ella, se respeta el medio ambiente y se consigue tener a largo plazo un suelo con unas mejores capacidades y propiedades de cara a una mejor agricultura.

2. Los plaguicidas son perjudiciales para la salud

Las pesticidas empezaron a usarse a mediados del siglo XX con la finalidad de proteger las cosechas. Estas sustancias son capaces de hacer que las frutas y verduras aguanten más tiempo en buen estado, y también protegen las cosechas de las numerosas plagas.

Sin embargo, y a pesar de que puedan parecer buenas, las pesticidas pueden llegar a tener un efecto devastador para la salud humana, más concretamente si hablamos de los plaguicidas.

Como su nombre indica, este tipo de pesticidas se usa para prevenir plagas y enfermedades, pero su uso excesivo puede conllevar a problemas de salud en las personas.

La exposición a plaguicidas puede conllevar a problemas de salud agudos o crónicos. En el caso de los agudos se pueden hallar problemas como intoxicaciones puntuales, pero el auténtico problema proviene de los problemas crónicos de salud por una exposición a plaguicidas constante, aunque sea a niveles bajos. La exposición a estos químicos puede dar lugar a la aparición de diferentes tipos de cáncer, deformidades congénitas, deficiencias del sistema inmunitario y un largo etcétera.

Sin duda, una serie de problemas escalofriantes y que se ven perfectamente solventados con cultivos ecológicos.

3. La agricultura tradicional destruye los ecosistemas

Los problemas que puede presentar la agricultura tradicional no se limitan solo a la salud de los seres humanos. De alguna forma, los problemas que esta ocasiona en la salud de las personas es solamente la punta del iceberg.

Los pesticidas, después de todo, han sido creados para favorecer unos intereses económicos, aunque también sanitarios hasta cierto punto, y es su uso excesivo o descontrolado lo que puede traer desventajas para los seres humanos, condición que no ha de ser necesaria a la hora de que el uso de químicos destruya los ecosistemas que existen en la naturaleza.

El uso de estas sustancias no solo puede tener su efecto en el producto final (la cosecha correspondiente), todo lo contrario. Las mayores desventajas de los pesticidas quedan precisamente en el medioambiente. Estas pesticidas pueden quedar no solo en el aire, sino también en el agua, lo que puede causar la intoxicación hasta la muerte de una gran cantidad de especies, tanto de otras plantas como de animales.

Por ejemplo, es muy conocido el caso que está teniendo lugar en el Mar Menor desde hace algunos años. El uso irresponsable de pesticidas y una agricultura agresiva con la naturaleza ha desembocado en el vertido de químicos al agua, destruyendo gran parte del ecosistema de este mar.

Los efectos que ha tenido sobre los animales ha sido devastador, como se puede apreciar en este vídeo:

El desastre ecológico del Mar Menor

4. La agricultura ecológica favorece la biodiversidad

Como ya se ha explicado, el uso de químicos puede actuar de fatal manera para los ecosistemas y especies de la naturaleza. Esto por sí solo ya debería constituir un motivo con la suficiente fuerza como para no seguir apostando por este tipo de actividad agrícola.

Sin embargo, otro motivo muy importante para apoyar la agricultura ecológica es precisamente el que deriva de conocer todos los beneficios que su práctica supone. Es decir, no solo evitamos perjuicios para la naturaleza, sino que añadimos ventajas nuevas.

En resumen, no usar pesticidas conlleva la existencia de ciertas bacterías que no se ven eliminadas con los químicos. Y si a esto le añadimos la correcta utilización de sistemas agrarios, tendremos un suelo mucho más sano.

Se utiliza a la naturaleza como regulador natural de los suelos para prevenir plagas y enfermedades, la misma funcion que cumplen los distintos pesticidas, pero sin dañar a la naturaleza y al medioambiente. El desarrollo natural de los suelos es beneficioso para la fauna y la flora a todos los niveles.

5. Frena los efectos del calentamiento global

Ya se ha hablado en este artículo sobre los daños que ha causado la excesiva utilización de sustancias dañinas en el Mar Menor. Sin embargo, y a pesar de que gran parte de los daños se producen sobre la tierra y el agua, no hay que olvidar que la contaminación del aire es también un asunto importante a tener en cuenta.

Son muchas las hectáreas a nivel global que se utilizan para una agricultura intensiva, con el uso ímplicito de pesticidas que ello conlleva. Estos pesticidas contienen sustancias que se emiten al aire. Y es que la actividad agrícola tiene como resultado un gran aumento en la atmósfera de gases como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) o el óxido nitroso (N2O).

En la rotación de cultivos de la agricultura orgánica se impide que estos gases vayan a la atmósfera. Esto resulta en algo beneficioso tanto para la naturaleza como para todos los organismos que habitamos en ella.